¿Cómo era el césped del fútbol en el pasado?
Siempre se habla de la Liga española de fútbol como una de las mejores del mundo, fichajes con precios astronómicos, aficiones desplazadas en masa y algunos de los mejores partidos de los que se puede disfrutar en el universo fútbol, sin embargo, hubo un tiempo en el que no existía una uniformidad en el “tapete” dónde se jugaban los encuentros.
Dependiendo del estadio que se visitara, los equipos jugaban con un terreno de juego en condiciones completamente diferentes; se variaba la altura de corte, con un césped más largo y pesado para ralentizar el juego o más corto para aumentar la velocidad del mismo. También se modificaban los riegos del césped antes del partido y en el descanso, para influir en el juego de manera que favoreciera al equipo local, una especie de guerra de guerrillas en la que los equipos buscaban cualquier resquicio al que agarrarse para buscar la victoria.
No existía un estándar en cuanto a los requisitos de cuidado y mantenimiento que un campo de fútbol de nivel primera división debía tener y nos encontrábamos en días con lluvia, como el terreno de juego no era capaz de evacuar toda el agua y se llegaba a jugar en auténticos barrizales.
Otro factor, en este caso más visual, era comprobar la pericia como “diseñador de corte” del responsable del cuidado del césped del estadio, cada fin de semana podíamos disfrutar de llamativas líneas de corte con formas inimaginables.
El Sadar mostró durante un tiempo algunos de los diseños más llamativos en cuanto a corte se refiere, como se puede comprobar en las imágenes:
Control sobre el césped de los campos de fútbol profesional
Pero todo esto debía pasar a mejor vida para La Liga, así que se pusieron en contacto con la asociación española de greenkeepers y formularon una normativa básica para lograr huir de triquiñuelas y sobre todo, para ofrecer a equipos y espectadores un terreno homogéneo y de gran calidad para la disputa de los partidos. Este reglamento, que se impuso a partir de la temporada 2016/2017 se componía de diversos puntos en relación al terreno de juego en lo que agronomía se refiere, a grandes rasgos son los siguientes:
- Si condiciones meteorológicas extremas no lo impiden, se realizarán entre 3 horas y media y 2 horas y media pruebas para comprobar diferentes parámetros que miden el estado del césped para el choque.
- Se medirán parámetros como la altura del césped, que deberá ser de entre 20 y 30 mm o la dureza del terreno, así como la cobertura y la uniformidad del césped, controlando la aparición trébol (Trifolium repens), kikuyu (Pennisetum clandestinum) o Poa annua considerándolas malas hierbas.
- A título informativo también se realizarán mediciones de la tracción rotacional, o lo que es lo mismo, la resistencia a la rotura de la capa superficial del terreno de juego, con el objetivo de prevenir lesiones dando a los jugadores un agarre determinado.
El objetivo principal es lograr un estándar para la superficie de césped sobre la que se juega que puedan cumplir todos los equipos con dos objetivos principales, en primer lugar conseguir un terreno de juego que evite el mayor número de lesiones posibles y por otro, lograr una imagen uniforme del producto que supone un partido de fútbol de La Liga.
Todo ello quedará reflejado en un informe sobre el estado del césped similar a este
El porqué del color del césped en los campos de fútbol
Además del estado del césped, La Liga quiere que se cuide hasta el último detalle. El corte y marcado del césped es otro de los parámetros que se controla. Ya no se permiten los cortes más o menos imaginativos, todos los campos pasan a tener el mismo modelo de corte, de manera que cualquier espectador pueda identificar el partido como un producto de La Liga española.
Esta es la verdadera razón de porqué los campos de fútbol presentan dos colores de verde en posiciones alternas tan característicos, y es que siguiendo las indicaciones que se muestran a continuación, el césped se siega en dos direcciones contrarias, lo que da esa apariencia tan particular al terreno de juego.
Los parámetros a seguir son los siguientes:
No se permitirán otras marcas que no sean de fútbol en el terreno de juego y deberán ser siempre blancas de nunca más de 12 cm (el ancho del palo de portería). El césped debe cortarse en líneas rectas a lo ancho, en perpendicular a la línea de banda, no estado permitidas otras variantes. Se cortarán un total de 9 líneas en cada medio campo, siguiendo el esquema que aparece a continuación:
Conociendo todas estas normas, se comprueba que el trabajo que desempeñan los “groundsman” de los equipos de primera división es mucho más que jardinería, es mucho más que sembrar césped y regar. Es lo que trabajar en la NASA sería para un ingeniero, de todo menos sencillo.
El césped del fútbol del futuro
Hablamos del césped del futuro, pero en realidad ya es el del presente. Para mejorar las condiciones de seguridad y apariencia que mencionábamos anteriormente, en muchos campos de fútbol se utiliza césped híbrido, que está compuesto del césped natural que todos conocemos y de una base de césped artificial que aporta mayor resistencia al pisoteo e incrementa la estabilidad. Con el uso de este césped híbrido también conseguimos una mejor capacidad de drenaje del campo incluso ganando densidad.
Algunos equipo que utilizan césped híbridos en sus campos son el Real Madrid en el Santiago Bernabeu, el Paris Saint Germain en el Stade de France, el Villarreal en el Estadio de la Cerámica, el Fútbol Club Barcelona en el Camp Nou o el Real Valladolid en el Estadio de Zorrilla.
Mantenimiento del césped retráctil
En cada vez más campos de fútbol del mundo, se están instalando céspedes retráctiles, de manera que los estadios aumentan sus prestaciones para albergar desde otras disciplinas deportivas hasta conciertos. Sin embargo surge el inconveniente del cuidado del césped, puesto que al tratarse de un elemento vivo y muy sensible, si simplemente se retirara y colocara bajo tierra, cuando se volviera a situar se encontraría en una situación lamentable.
Para paliar las consecuencias de este estrés sobre el césped, se utilizan focos y cortadoras de césped automáticas que permiten a los groundsman mantener el terreno de juego en condiciones óptimas si se guarda bajo tierra. Ejemplo de este formato es el campo del Tottenham Hotspur y en un futuro cercano lo será el Bernabeu.
Si el espacio lo permite, en algunos estadios se opta por simplemente “sacar” del mismo el césped y “dejarlo en el aparcamiento”, tal como ocurre en el Domo de Sapporo